Escuchando nuestras emociones

Esta semana con los grupos hemos trabajado con las emociones. Desde nuestro enfoque educativo; el aprender a definirlas, saber como nos afectan a nivel corporal, conocer los pensamientos, actitudes y situaciones que las desencadenan, saber cuales son nuestras tendencias y bloqueos; es esencial para que la persona se desarrolle y se desenvuelva exitosamente.

Esta sesión ha vuelto a demostrarnos que una manera para educar en el ámbito emocional es utilizar la música como elemento facilitador del proceso. Escuchando música conectamos automáticamente con nuestra parte emocional, inmediatamente nuestro cuerpo se dispone para sentir, la música nos transmite emociones de forma instantánea y universal, y nos conecta con nuestra memoria en el plano emocional. También hemos observado como en chicos con dificultad para expresar emociones los instrumentos musicales les permiten hacerlo. A través de las sensación de tocar el instrumento, el ritmo, la intensidad del sonido el individuo coloca las emociones en el cuerpo de manera inconsciente.

Para desarrollar el trabajo con el grupo nos hemos ayudado de un material, para mi, muy valioso, "El emocionario. Palabrasaladas". Este libro define las emociones de manera comprensible y sencilla, acompañan el texto con imágenes que a los chicos les resultan interesantes. Así que nosotros lo utilizamos para orientarnos en la tarea de definir las emociones con el grupo.Cada participante elegía una emoción del indice del libro y después una a una íbamos definiendo y reflexionando sobre ellas, y terminábamos con la lectura de cada emoción en el libro. Después utilizamos nuestro cuerpo y los instrumentos para representarlas

Para cerrar la sesión los chicos tendrán como tarea traer una foto, una canción o un objeto que represente para él, cada una de las tres emociones que debe elegir.

 

Comprendiendo el proceso de comunicación

Durante las últimas sesiones hemos trabajado la comunicación. Nos adentramos en el significado de la empatía. La capacidad de ponernos en el lugar del otro sin perder el nuestro. Para desarrollar esta habilidad que en algunos es innata, es muy importante tener claro que cada uno percibimos la realidad con un significado diferente, y es fundamental aprender a escuchar al otro sin juzgar, simplemente escucharle. Muchas veces cuando escuchamos a los demás nos invade la necesidad de aconsejarle, de solucionarle la vida, estas conductas responden más a nuestra necesidad de calmar la ansiedad que el problema del otro nos genera, que a la necesidad de quien te habla que lo único que necesita es escucha, y en ocasiones consuelo.

Nuestras sesiones se han centrado en trabajar estas dos habilidades, la empatía y la escucha activa, que consideramos fundamentales para el buen entendimiento entre las personas, el desarrollo de la inteligencia emocional y la resolución de conflictos.

Las técnicas que hemos utilizado han sido muy variadas: improvisaciones, audiciones y diálogos musicales, distintos juegos y dinámicas de grupo, modelado en arcilla y ejercicios de yoga.

En estos días los chicos han podido experimentar a través de estas técnicas que la comunicación es un proceso donde hay que compenetrarse con el otro, que a veces uno lleva la iniciativa y el otro se adapta, que nuestras ideas iniciales no siempre llegan a su fin tal y como las concebimos, que a veces hay problemas de comprensión y resistencias, gente rígida y gente flexible. También pudieron comprobar como sus problemas personales se reflejan en la comunicación con el otro sin que nos demos cuenta de ello. Este aprendizaje es clave para comprender que cuando tenemos problemas con los demás, lo primero que debemos de hacer es mirar dentro de nosotros, ver si estamos fallando nosotros, ya que si enfocamos de esta manera la comunicación, el encuentro con el otro nos hará crecer, cuanto mas intima y estrecha es una relación el otro se convierte en un espejo donde se reflejan nuestras luces y nuestras sombras.
Un saludo y hasta la próxima.